Entrevista

El librero de June García: “Los libros que tenemos también hablan de lo que somos”

June García

Por Catalina Estrella.

Hace un tiempo, la escritora y activista feminista June García, co-autora de los libros Tan linda y tan solita (2017) y de la serie de ficciones feministas infantiles de Lulú (desde el 2020), transita por los barrios de Ñuñoa como una más de sus vecinas. Ávida lectora, desde su niñez tiene una especial relación con los libros que ha ido cultivando y estrechando en su adultez, no sólo desde su oficio como escritora, sino también desde sus inquietudes más profundas.

Hoy, en El librero de June García, hablamos de lecturas, libros y espacios íntimos. 

¿Tienes librero? ¿En qué espacio de tu casa lo tienes? ¿Cuál es su historia?

En mi casa hay tres libreros, dos en el living y uno en mi pieza. Además, guardo, o más bien dejo libros en mi mesita de noche, que son aquellos libros que estoy leyendo actualmente o que me interesa revisar pronto.

Nunca he comprado un librero. De hecho, de estos tres que están en mi casa, uno es de mi roomie y los otros dos me los dio mi mamá. Últimamente, tengo muchas ganas de comprar repisas para mi pieza.

Me cambié de casa hace siete meses a la comuna de Ñuñoa. En medio del caos de la mudanza dije “voy a poner los libros como sea, donde sea”, los puse y nunca más me acordé de eso. Lo único que mantuve un poco más ordenado y sistematizado fueron los libros que necesitaba leer pronto, esos siempre los mantengo apartados para tenerlos en la mira. 

¿Tienes algún método preferido para ordenar tus libros?

Organicé mis libros hace poco y pensé mucho en qué sentido le daba yo a este orden. Una de las cosas que experimenté por primera vez, cuando me cambié a esta casa, fue que nunca antes había tenido mis libros en los espacios comunes. Mientras vivía con mi familia no lo hacía, incluso cuando arrendaba una pieza, los libros jamás se guardaron en otras zonas de la casa. Hoy en día, la mayoría de mis libros están en los espacios comunes, esto me producía un poco de nervio, porque los libros que tenemos de alguna manera también hablan de lo que somos y no sabía qué tanto quería que hablaran de mí o qué era lo que tendrían para decir.

¿En qué otros espacios de tu casa guardas libros?

Lo primero que hice fue decidir qué libros quería tener en mi pieza, pensé en cuáles son los libros más preciados para mí, los más cercanos a mis intereses y mi intimidad, porque esos son los que me da más miedo exponer. 

Libros de amor, ensayos sobre amor, libros de poesía y de literatura sáfica. Esas son las tres categorías que están en mi pieza. Luego, en un librero más angosto que tengo, los ordené por editorial/colección. Tengo muchos libros sobre amor de una editorial española que me gusta mucho, también tengo hartos del sello Alfaguara, de los Libros de la mujer rota, de Neón, de la colección Poesía portátil y de Anagrama, todos esos van en el angosto.

El otro librero, el más grande que hay en mi casa, lo tengo ordenado por libros de feminismo, de no ficción, y de no ficción literaria. También tengo un sector de periodismo, de filosofía y política, otro de narrativa clásica, narrativa de mujeres chilenas, de mujeres latinoamericanas y otras. Abajo tengo una sección más general de narrativa, luego hay una parte que es de novelas gráficas, viñetas, libros ilustrados, y al final hay un pequeño rincón misceláneo, la mayoría son libros de mi roomie y otros textos que no caben en otras categorías.

¿Cuál es tu libro más preciado? ¿Por qué?

Mi libro más preciado es una edición muy antigua de Papaíto piernas largas, de Jean Webster. Era de mi mamá, ella lo compró usado entonces es muy, muy viejo, digamos que está apenas existiendo. Es uno de mis libros favoritos de infancia, fue esa historia que me impulsó a seguir leyendo y me gusta mucho. Algo muy interesante, es que entre sus páginas hay una dedicatoria de una profesora a su alumna que data de los 70s, además tiene escritos algunos poemas cuya autoría desconozco, marcas de mi madre y otras mías que son de las primeras veces que lo leí. 

Tiene unas ilustraciones que ya no vienen en las ediciones posteriores, una de esas la tengo tatuada. Yo diría que ese es uno de mis libros más preciados porque creo que nunca podría volver a tener un libro así, que cargue con tanta historia.

En la pandemia, me obsesioné un poco con el libro y se me ocurrió buscar a esta profesora que le hace esta dedicatoria a su alumna porque me parece muy especial que alguien te regale un libro. La investigué y descubrí que se había jubilado hace poco, era una docente que participaba activamente del mundo sindical, incluso le mandé un mensaje por Facebook al colegio a ver si pillaba su contacto. No sabía tan bien para qué, pero me hacía mucha gracia decirle después de todos estos años: “Hola, tengo este libro que tú le regalaste a tu alumna”, pero no recibí respuesta y dejé de insistir en mi investigación.

Si tuvieras que recomendar un libro de tu biblioteca personal, ¿cuál elegirías?

Recomendar un solo libro… me es muy difícil y creo que es una pregunta muy injusta, jajaja.

Pienso que al final siempre hacemos recomendaciones que de alguna manera manifiestan y reflejan un poco el momento en el que estamos, y en esta etapa de mi vida yo recomendaría Poesía completa de Idea Vilariño, editado por Lumen. Un libro increíble que pasa por dos temáticas que últimamente han rondado mis días: la soledad, que es un tópico recurrente en los versos de su autora, y un amor muy caótico y lleno de fuego. 

A mí me parece que la poesía de Vilariño es simplemente asombrosa.

Un libro que desearías tener en tu colección.

Me pasa que si deseo mucho un libro, en general, hago todo por conseguirlo. No tengo algo así como una lista de libros que necesito comprarme, no sé si deseo tanto tener un libro que no he leído, yo creo que más bien deseo mucho los que ya he leído.

Hay un libro que presté y que no me han devuelto. Es una antología colectiva de poesía llamada Amor, editada por Bisturí 10. Me encantaría volver a tenerlo en mi colección, podría volver a comprarlo, de todas maneras, pero las marcas que le hice a ese libro tienen mucha carga emocional, lo leí en un momento muy importante de mi vida y lo rayé mucho. Me gustaría regresar a esas marcas, bueno ahora que lo pienso, creo que ya no lo tendré de vuelta, así que tendré que comprarlo y hacerlo mío otra vez.

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