Por R.M.
La décima es un tipo de estrofa de fuerte arraigo en Chile y Latinoamérica, siendo especialmente significativa en la poesía popular y rural. Además de su carácter poético, las décimas juegan un importante rol de divulgación y conservación de la memoria y tradición del país, pues pueden contar la vida de una persona y la de un pueblo.
Para Cecilia Astorga, cantora y decimista chilena, estas estrofas son parte del tesoro de las artes tradicionales, muy vigentes y vitales. “Las décimas son herramientas de la comunicación y con los años han adquirido una tremenda identidad que reafirma a Chile como un país de poetas”, asegura.
Ahora, a pesar de su gran popularización en este angosto trozo de tierra, su origen se dio fuera de ella, en Europa. Su denominación completa es Décima Espinela, nombre que guarda una razón por cada palabra. “Décima” porque está constituida por estrofas de, justamente, diez versos octosílabos. Luego, su apellido: “Espinela”, lo debe al músico y poeta murciano Vicente Espinel, quien desarrolló esta fórmula de escritura por el año 1591, en España.
La décima latinoamericana, por tanto, es producto del sincretismo cultural ocasionado por el mestizaje luego del colonialismo. Los temas y su forma lírica son el resultado de la mezcla entre la tradición española, los cantos de labor de las personas esclavizadas y la cultura indígena de esta tierra.
Su carácter y tradición se forjó en las clases populares de la región, con temas que abordan problemas y alegrías cotidianas, utilizando principalmente un lenguaje cercano y coloquial. En la décima se comunica el aspecto conmovedor de un suceso, de una forma mucho más lírica que épica.
Sus rimas son usualmente consonantes, todos los fonemas a partir de la vocal acentuada coinciden, y se organizan de la siguiente manera: abba accddc. Su estructura es popularmente octosílaba, pero esto no es una regla determinante. Lo importante en la métrica popular es que el último acento esté siempre en la séptima sílaba.
“La escritura da calma a los tormentos del alma”
La cantautora chilena Violeta Parra es una de las mayores exponentes en cuanto a esta tradición se refiere. Con un extenso trabajo de recopilación de versos anónimos y autora de una autobiografía escrita en verso, donde utiliza las décimas para relatar su vida, da cuenta no solo de su experticia en la poesía sino también del mundo que la rodea. Entre más adentro, más se habla del universo.
En estos extractos de su obra, se pueden ver las primera luces que la llevaron a contar su historia a través de las décimas; ejemplificando, además, el formato: abba accddc.
Muda triste y pensativa
a: Muda, triste y pensativa
b: ayer me dejó mi hermano
b: cuando habló de un fulano
a: muy famoso en poesía.
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a: Fue grande sorpresa mía
c: cuando dijo: Violeta,
c: ya que conocís la treta
d: de las vers’á popular,
d: principiame a relatar
c: tus penurias “a lo pueta”.
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a: Válgame Dios, Nicanor,
b: si tengo tanto trabajo,
b: que ando de arriba p’abajo
a: desentierrando folklor.
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a: No sabís cuánto dolor,
c: miseria y padecimiento
c: me dan los versos que encuentro;
d: muy pobre está mi bolsillo
d: y tengo cuatro chiquillos
c: a quienes darl’el sustento.
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(…)
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Pero Pensándolo Bien
a: Pero, pensándolo bien,
b: y haciendo juicio a mi hermano,
b: tomé la pluma en la mano
a: y fui llenando el papel.
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a: Luego vine a comprender
c: que la escritura da calma
c: a los tormentos del alma,
d: y en la mía que hay sobrantes;
d: hoy cantaré lo bastante
c: pa’ dar el grito de alarma.
104 Décimas para Violeta
Cantautora y poeta, pero además pintora, bordadora, ceramista e investigadora del folklore chileno. Violeta fue hija de una campesina y un profesor de música, hermana de poetas y cantores, madre y abuela de músicas/os; considerada como una de las más importantes exponentes del folklore en América Latina.
En Ñuñoa, por la década de 1950, fue también profesora de folklore junto a Margot Loyola, Víctor Jara y Gabriela Pizarro en la Casa de la Cultura de la comuna.
Con el propósito de conmemorar los 104 años de su natalicio, desde la Corporación Cultural de Ñuñoa, con el apoyo de la Dirección de Educación y la Dirección de Desarrollo Comunitario, se levantó la convocatoria “104 Décimas para Violeta”, la cual busca reunir 104 textos inscritos en esta tradición referidos a la vida y obra de la cantautora.
Las décimas de Violeta Parra recorren cuarenta años de su vida, reconstituidos en un ejercicio de memoria que se inmortalizan en retratos, descripciones, reflexiones, refranes, costumbres y sentencias tan vitales como cotidianas, tan personales como colectivas de una identidad campesina.
Estas conjugan los poderes del lenguaje y los acontecimientos de una vida que buscan dar respuestas poéticas a interrogantes vitales y, asimismo, respuestas vitales a interrogantes poéticos, ya sea con interlocutores como el Gavilán, o Nicanor, o la misma fuerza de la tierra sobre la que escribe.
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La convocatoria “104 Décimas para Violeta” comenzó este 4 de octubre y se cerrará el 30 de noviembre. Quienes quieran participar deberán subir sus décimas, de una extensión máxima de 10 versos, al siguiente formulario: bit.ly/104decimas